Teníamos estás pizarras que venían con un pizarrín, una especie de pintura blanca. No recuerdo bien con qué borrábamos pero me da que del trapo con agua no nos librábamos.
También teníamos pizarrás mágicas. No tan elaboradas como las actuales pero existían:
Se estropeaban enseguida y ya no se podía borrar. Venían con un pizarráin que era una especie de pintura de plástico.
Ahora que por fin hemos conseguido la madurez, es un decir, y tenemos la vida felizmente irresuelta, es el momento de mirar hacia adelante, de volver al paraíso, sin nostalgias, se tiene nostalgia de lo que se ha perdido, y en nuestro caso de la infancia nunca nos hemos bajado ni tenemos la más mínima intención de hacerlo.
El blog pretende ser algo abierto, vivo, un cuarto de juegos, un cuarto de atrás, en el que cualquier tema relacionado con nuestra infancia, por anecdótico que sea, tiene cabida, desde el Colacao a la Nocilla pasando por los cromos, los dibus, las pegatinas, los tebeos, los jugues, las canciones, los libros de texto, y un larguísimo etcetera., toda colaboración, opinión, sugerencia, material, será bienvenido, y agradecido (raulyanita@gmail.com), adultos abstenerse.
raul es un niño con gafas y anita una niña de pelo fosco, que viven en un libro de lengua española de 2º de E.G.B de Anaya.
Aportaciones al blog: raulyanita@gmail.com
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