Michael Ende y su inolvidable Fantasia.
Bastián, un niño gordo de diez años, del que se rien sus compañeros de clase, le dan empujones, le cantan canciones poco ingeniosas: "gordo, gordote, sentado en un bote, si el bote se hunde, el gorde se funde, bueno está que abunde", y le llaman chiflado porque a veces habla solo, porque Bastián imagina historias, inventa nombres y palabras que no existen. ¿Qué tiene en común Bastián con Atreyú?, un joven héroe de Fantasia que se enfrenta a cualquier peligro a lomos de Fujur, un dragón volador. Pues tienen mucho en común. Mucho.
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