no, no, del rosa no digo nada que da verdadero miedo mirarlo. Me refiero al pequeñito. El mío era igual pero marrón clarito. Desde hace tiempo está en paradero desconocido.
Ahora que por fin hemos conseguido la madurez, es un decir, y tenemos la vida felizmente irresuelta, es el momento de mirar hacia adelante, de volver al paraíso, sin nostalgias, se tiene nostalgia de lo que se ha perdido, y en nuestro caso de la infancia nunca nos hemos bajado ni tenemos la más mínima intención de hacerlo.
El blog pretende ser algo abierto, vivo, un cuarto de juegos, un cuarto de atrás, en el que cualquier tema relacionado con nuestra infancia, por anecdótico que sea, tiene cabida, desde el Colacao a la Nocilla pasando por los cromos, los dibus, las pegatinas, los tebeos, los jugues, las canciones, los libros de texto, y un larguísimo etcetera., toda colaboración, opinión, sugerencia, material, será bienvenido, y agradecido (raulyanita@gmail.com), adultos abstenerse.
raul es un niño con gafas y anita una niña de pelo fosco, que viven en un libro de lengua española de 2º de E.G.B de Anaya.
Aportaciones al blog: raulyanita@gmail.com
me río yo de las alarmas de seguridad.
ResponderEliminarYo tenía un perro igual!! solo que marrón clarito :O
ResponderEliminarPues al natural todavía son más amenazadores manitas.
ResponderEliminarVas a comparar un perro marrón clarito con uno rosa, el rosa resulta más intimidatorio.
no, no, del rosa no digo nada que da verdadero miedo mirarlo. Me refiero al pequeñito. El mío era igual pero marrón clarito. Desde hace tiempo está en paradero desconocido.
ResponderEliminarPues siento decirle manitas que es un gato, la fiereza de su mirada le debe haber confundido.
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