El complemento indispensable de toda buena catequesis, como sucedió con la harmónica acabó convirtiéndose en un juguete, de nuevo para tocarla se necesitaba aprender, luego que no salen músicos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La infancia en los 70 y 80
No hay comentarios:
Publicar un comentario