La variedad era infinita, aunque casi siempre prevalecían los más sencillitos por razones ajenas a nuestra voluntad, para más inri los más feos solían venir en lotes porque eran más económicos, desde luego los más deseados y envidiados en el cole eran los de las series de dibujos y los de las series en general, había de todo, de La pequeña Lulú al Equipo A, algunos de los míos eran estos:
2 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario