31 de octubre de 2008

Los Rotrings





Perfeccionado instrumento de tortura para colegiales de los 80.

Pasar a Rotring era sinónimo de churretones de tinta. Los churretones de tinta eran sinónimo de lagrimones desesperados por tener que repetir un dibujo lineal que nos había costado mucho tiempo.

Y para colmo eran carísimos y los hermanos debían compartir los rotrings. Ni mencionar los agobios corriendo por las escaleras del cole en busca de tu hermana para que te pasara los rotrings, que tu clase de dibujo empezaba en cinco minutos y te habías entretenido jugando a las tabas.

Menos mal que en los 80 teníamos recursos para sobrevivir a casi todo. En vez del rotring grueso en casa usabas el rotulador negro de Carioca. Y las lineas finas que iban con un rotring más fino se pasaban con los rotuladores inoxcrom; mucho más baratos y sin riesgos de churretones.

Lo malo era si había que pasar a rotring una circunferencia. Ahí, a rezar todo lo que supieras, a poner el adaptador en el compas, a poner el rotring en el adaptador, y al toro. Generalmente había que repetir el dibujo...

¡¡Malditos rotrings!! Carísimos y malísimos. ¡¡MUERTE A LOS ROTRINGS!!

1 comentario:

  1. Los ROTRINGS son mala gente, los responsables de que la mayoría de los niños de los años 70 no hayamos sido arquitectos.

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