6 de noviembre de 2008

Chismajos de recorte

Si hay alguna actividad que puede definir la infancia esa es el recorte, compulsivo, e indiscriminado, todo es susceptible de recorte, las facturas, las revistas de tu padre, los patrones de tu madre, los cuadernos, y los libros, de tus hermanos, por supuesto hablo de oidas.

Las tijeras eran pequeñitas y con la punta redondeada para evitar apuñalamientos en el cole.





Las había también metálicas sin colorines y de punta cuadrada. Estoy por jurar que las tijeras verdes y rosas de la foto vinieron en en el juego la rueda de la moda.

Pero el mejor, el más divertido, y el más preciso método de recorte era el punzón, lo bonitas que quedaban las mesas de madera después de una esforzada sesión de punzoneo, marquetería fina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario