8 de noviembre de 2009

La caja de Farias

Servía para guardar las barajas, los cromos, los juegos de bolsillo geyper, pero sobre todo servía para hacer casitas diminutas. Habitacioncitas con muebles cutrillos de cartulina. Hasta pintábamos por dentro los lados de la caja para figurar el empapelado.



El no-juguete más juguete entre los juguetes. A la altura de los tambores de Colón y las cajitas más pequeñas de las cremas de mamá.

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