Lo único por lo que merecía la pena ir al cole por las tardes, eso y que por las tardes tocaba lectura.
Todos incluían a mayores algun regalito, ya fuera una pegatina, un cromo, una calcomanía o una figurita.
No me olvido de los Pippi, de los Phoskitos, de los Bollicao, ni de las medias lunas, también llamadas medias noches.
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